1 Reyes 22:19 – Y Micaías dijo: Por tanto, oíd la palabra del Señor: Vi al Señor sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda…
En la mayoría de las películas, la trama es entre el bien y el mal. En esta escena, y en el resto de la Biblia, la batalla parece ser la realmente malo contra el no as malo. En esta escena de los días de Elías, es obvio que, espiritual y políticamente, las iglesias y los gobiernos son un desastre, sin líderes piadosos consistentes e íntegros.
Nuestro día no es diferente. Incluso nuestros mejores líderes siguen siendo pecadores que cometen errores, negocian tratos miopes, escuchan mala información y aceptan malos consejos, e incluso permiten que sus hijos se casen con las personas equivocadas, o incluso caminan en el mal desafiando la fe de sus padres.
En una teología sistemática de la que soy coautor llamada Doctrina nosotros escribimos:
“Aquí está la pregunta: si Dios es todopoderoso, omnisciente y todo bueno, ¿por qué existe el sufrimiento y el mal? Esta es una de las preguntas más prácticas, dolorosas y problemáticas que cada generación se hace acerca de Dios. Si se tratara de una prueba de opción múltiple, hay seis respuestas posibles.
1. No hay Dios. El ateísmo concluye erróneamente que existe el mal y el sufrimiento porque no hay Dios para detenerlo. Esto es inútil, razón por la cual el ateísmo conduce a la desesperación e incluso al suicidio.
2. Dios no es todopoderoso. El diosismo finito concluye erróneamente que Dios es impotente y carece del poder para vencer el mal y el sufrimiento. Dios es simplemente un perdedor y el mal es un ganador. Esto también es inútil.
3. Dios no es omnisciente. El Diosismo Evolutivo, o Teísmo Abierto, concluye erróneamente que Dios no conoce el futuro pero está experimentando la vida tal como viene, haciendo todo lo posible para aprender, crecer y responder de manera muy similar a como lo hacemos nosotros. Este Dios puede ser un buen amigo para el viaje de la vida, pero está atrapado remando en el mismo bote que nosotros. Esto es una vez más inútil.
4. Dios no es todo bueno. El panteísmo y el panenteísmo en muchas religiones orientales concluyen erróneamente que Dios es tanto bueno como malo y que tanto la oscuridad como la luz provienen y son expresiones del carácter de Dios. Si Dios es malo, entonces estamos condenados ya que no hay nadie únicamente bueno fuera de nuestro mundo roto para repararlo.
5. No hay sufrimiento ni maldad. El subjetivismo y el pluralismo concluyen erróneamente que el mal y la experiencia del sufrimiento no son absolutos sino relativos y, por tanto, no siempre erróneos o negativos. Esto no es de ayuda cuando su cuerpo o alma reciben un disparo y necesita curación.
6. Dios aún no ha terminado, así que vive por fe, no por vista. El cristianismo bíblico concluye que Dios es todopoderoso, omnisciente y todo bueno y que nuestro buen Dios tiene un problema con el mal. Por lo tanto, el sufrimiento y el mal no son la forma en que Dios es, la forma en que Dios hizo el mundo, o la forma en que el mundo será cuando Jesús regrese y establezca Su Reino. Dios está en guerra con el diablo y su reino oscuro. Los seguidores de Jesús se asocian con Él para vencer el mal con el bien y aplastar a la serpiente. Hasta entonces, Dios nos recuerda que 'el justo por su fe vivirá' (Habacuc 2:4)”.
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