Su peor miseria es para su mejor ministerio

1 Pedro 3:13-17 – Ahora bien, ¿quién hay para hacerte daño si eres celoso del bien? Pero aunque padezcas por causa de la justicia, serás bienaventurado. No les temáis, ni os turbéis,  antes bien, honrad en vuestros corazones a Cristo el Señor como santo, estando siempre preparados para presentar defensa ante cualquiera que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; pero hacedlo con mansedumbre y respeto, teniendo buena conciencia, para que, cuando sois calumniados, sean avergonzados los que vituperan vuestra buena conducta en Cristo. Porque es mejor sufrir por hacer el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por hacer el mal.

Cuando somos niños, a menudo nos dicen que no nos metamos en problemas. Esto es, en su mayor parte, un buen consejo. Sin embargo hay algunas excepciones.

Como cristiano, sabemos que hay una guerra entre Dios y el mundo. Vivimos en medio de esta batalla, lo que significa que no importa lo que creamos o cómo nos comportemos, nos meteremos en problemas de dos maneras:

  1. Hacer lo que está mal te mete en problemas con Dios pero no con el mundo.
  2. Hacer lo correcto te mete en problemas con el mundo pero no con Dios

La pregunta no es tanto "¿Te meterás en problemas?", sino por qué te metes en problemas y con quién está tu problema. Cuando nos metemos en problemas con el mundo por la buena razón de que somos obedientes a Dios, también hay dos respuestas entre las que podemos elegir:

  1. Permites que el “miedo” de lo que nos harán nos provoque “problemas”, lo que puede conducir a la cobardía y el compromiso.
  2. Decides que “en tu corazón”, pase lo que pase, “honrarás a Cristo el Señor”, lo que te hace valiente.

El gran reformador cristiano Martín Lutero se metió en muchos problemas por hacer el bien y tuvo que combatir el miedo con fe en Dios. Una vez dijo: “Donde la batalla ruge, allí se prueba la lealtad del soldado… y ser firme en todo el frente de batalla además, es mera huida y desgracia si se estremece en ese punto”. [1]

Cuando Pedro habla de dar una “defensa” del cristianismo, la palabra es la misma de la que obtenemos “apologética”. El cristiano debe vivir su fe públicamente y luego defenderla con amor. Las siguientes son cuatro lecciones que aprendemos sobre la apologética de Pedro:

  1. Tu peor miseria es para tu mejor ministerio. Aprendemos más acerca de Dios, de nosotros mismos y de la vida en las circunstancias más difíciles. Estos tiempos difíciles son en realidad tiempos de entrenamiento para ayudarnos a ayudar a otros de manera más efectiva.
  2. Sus convicciones cristianas serán probadas en las batallas de la vida. Lo que realmente crees tendrá un alto precio y cuando pagas ese precio estás demostrando el valor que le das a tus convicciones cristianas.
  3. Si actúas como Jesús, algunas personas te preguntarán acerca de Jesús. Si sufres bien, amas a tus enemigos y sufres noblemente como Jesucristo, aquellos que te conocen y te ven estarán más inclinados a preguntarte el secreto de tu fuerza, y la respuesta siempre es Jesús.
  4. Que ofenda el mensaje de Cristo, no el mensajero. Decir la verdad de la fe cristiana con “mansedumbre” y “respeto” no significa que el evangelio no sea ofensivo como lo prometió Pablo. Decirle a alguien que es un pecador y que es el mayor problema de su vida y no la solución es ofensivo. El objetivo es que el mensaje quede ofensivo, pero no el mensajero, para que si la persona rechaza a Cristo, no sea por la grosería del cristiano.

¿A quién conoces que necesitas estar disponible para hablar sobre Jesús y responder preguntas?

[1] Francisco A. Schaeffer, Las obras completas de Francis A. Schaeffer: una cosmovisión cristiana, vol. 4 (Westchester, IL: Crossway Books, 1982), 333.

Para descargar el libro electrónico gratuito ODD LIFE: Good God, que es un estudio en 1 Pedro para individuos, grupos y familias del pastor Mark, haga clic en AQUÍ. Para escuchar los 9 sermones del pastor Mark sobre 1 Pedro predicados en el verano de 2020, haga clic en AQUÍ. Estos y otros recursos son posibles gracias a nuestros socios ministeriales que apoyan a Real Faith como un ministerio de enseñanza bíblica de Mark Driscoll Ministries, a quienes decimos ¡GRACIAS! 

Deja un comentario

Nombre(obligatorio)