En la cruz, Jesús nos reveló el amor de Dios. Los siguientes versículos declaran cómo el amor de Dios se revela más claramente en la cruz de Jesús:
- Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.1
- Nadie tiene mayor amor que este, que alguien dé su vida por sus amigos.2
- Pero Dios muestra su amor por nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.3
- En esto se manifestó el amor de Dios entre nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor, no en que hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.4
En la cruz vemos que el amor de Dios no es meramente sentimental sino también eficaz. Cuando las personas hablan de amor, generalmente se refieren a un amor emocional que se siente afectuoso pero que puede no hacer nada para ayudar a la persona amada. Afortunadamente, Dios no solo siente amor por nosotros; su amor en realidad lo obliga a actuar en nuestro nombre para que podamos ser cambiados por su amor.
Dios ha elaborado amorosamente una manera de reconciliar nuestra amistad con él. A través de la cruz, Jesús quitó nuestro pecado para que pudiéramos reconciliarnos con Dios.5 Afortunadamente, Dios no solo quita nuestro pecado en su gracia, sino que misericordiosamente se extiende a nosotros, sabiendo que lo necesitamos desesperadamente.6
La cruz es algo hecho por ti. Asesinaste a Dios encarnado. La cruz es algo hecho por ti. Dios te ama y murió para perdonarte.
¿A quién necesitas buscar para hablar del amor de Dios?