...todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne y los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre sino del mundo. 1 Juan 2:16
El mundo es nuestro enemigo externo que nos tienta a pecar contra Dios. ¿Qué significa el término mundo en su sentido negativo? El mundo es un sistema organizado en oposición y rebelión contra Dios. En 1 Juan 2:16, el mundo se define como carne corporativa que trabaja junta de tres maneras.
- El mundo es el dominio de los deseos o lujuria de la carne, que son los anhelos pecaminosos por los placeres físicos que nos tientan, desde la glotonería hasta la embriaguez, el pecado sexual y los subidones químicos.
- El mundo es el lugar dedicado a los deseos o lujuria de los ojos, donde los anhelos pecaminosos por las posesiones codiciadas se manifiestan en todo, desde la publicidad y el marketing hasta la pornografía.
- El mundo es donde se elogia el orgullo por las posesiones, y la altiva ambición egoísta se considera una virtud más que un vicio.
En respuesta al mundo, la Biblia ordena una respuesta triple.
- No debemos amar al mundo.1 Debido a que el mundo es nuestro campo misionero, en lugar de nuestro hogar, y la fuente de nuestra tentación de pecar, debemos guardarnos continuamente de enamorarnos del mundo y de las pasiones y placeres que ofrece. , no muy diferente de la fruta prohibida que tentó a nuestros primeros padres.
- No debemos permitir que el mundo moldee nuestros valores.2 Debido a que el mundo es donde Satanás y nuestros deseos pecaminosos convergen, si permitimos que el mundo moldee nuestro sistema de valores y defina quiénes somos, por qué existimos, qué creemos y cómo nos comportamos, entonces nos convertiremos al mundo en lugar de buscar la conversión del mundo al reino de Dios.
- Debido a que Jesús murió para el mundo, se nos ordena vivir como crucificados para el mundo.3 Esto significa que estamos vivos al pecado del mundo y muertos para Dios o muertos a la tentación del mundo y vivos para Dios. Al estar muertos para el mundo, podemos vivir en verdadera libertad de él y, por lo tanto, entrar en él como misioneros, como lo hizo Jesús, buscando ver a las personas salvadas del mundo por el evangelio.
Es importante destacar que, si bien el mundo es una fuente de tentación pecaminosa, no abdica a los pecadores de su responsabilidad moral. Esto se debe a que, si bien el mundo puede tentarnos, aún somos nosotros los que elegimos pecar. En su libro Preciosos remedios contra las artimañas de Satanás, el puritano Thomas Brooks dice que nuestro enemigo usará el mundo para cebar nuestro anzuelo con cualquier cosa que encontremos deseable.4 Esto significa que gustosamente nos dará sexo, dinero, poder, placer, fama, fortuna y relaciones. El objetivo de Satanás es que muerdamos el anzuelo sin ver el anzuelo y una vez que el anzuelo está en nuestra boca, nos atrapa para tomarnos como cautivos. Por lo tanto, no importa lo que nuestro enemigo cuelgue de nuestro proverbial anzuelo como cebo, siempre debemos hacer morir nuestra carne interna si esperamos evitar el pecado.
¿Qué cebo es más tentador en tu anzuelo?